viernes, 17 de octubre de 2014

EL ÓLEO, LA PALETA y LA RECUPERACIÓN DE PINTURA


No sé si mi método es conocido por algunos pero estoy convencido de que pocos lo conocen.

Cuando terminamos nuestra sesión de pintura, en la paleta nos quedan los pegotes de pintura de los colores utilizados así como los restos de las mezclas que hayamos hecho durante la ejecución del cuadro ¿Qué hacemos con estos restos?


Si estamos en invierno lo que nos resulta más cómodo es no tocar la paleta y para que la pintura no se seque, especialmente en el caso de capas finas de las mezclas y/o pequeños pegotes, bastará con que pongamos la paleta en una caja y la cubramos con un paño húmedo. En la siguiente sesión, al terminar, deberemos limpiar con la espátula toda la paleta y los pegotes que tengamos más grandes podemos usarlos para realizar experimentos o esbozos y así no lo desperdiciamos del todo. La paleta podemos limpiarla un poco más con un trapo impregnado de aguarrás. No obstante, este método provoca que, con el tiempo, las capas sucesivas de residuos de pintura aumentan el grosor y peso de la paleta, resultando penoso sujetar la paleta durante mucho tiempo, aparte de los recovecos, hoyos y salientes de la superficie de la misma que hace cada vez más difícil su limpieza y uso. También la influencia de los colores secos nos falseará el color de las mezclas. Llega un momento en que dados los inconvenientes del estado de la paleta debemos utilizar una nueva y la vieja la guardamos de recuerdo hasta que juntas demasiadas y finalmente las tiramos. Por eso no tengo ninguna de aquellas paletas que usé. También podemos rasparla con un escoplo o formón o calentarla con un soplete para quitar la pintura y luego lijarla, pero es bastante penoso.

Otro método es usar las paletas de papel, ese bloc que nos permite tirar las hojas cada día al terminar la sesión. Los colores podemos usarlos con los conocidos experimentos y apuntes o directamente los tiramos desperdiciando dicha pintura.
Si los restos son cantidades pequeñas, insignificantes, sencillamente lo retiramos con una espátula y luego, con trapos o papel impregnados de aguarrás, limpiamos perfectamente la paleta dejándola más limpia que una patena.

Pero pongámonos que es verano, hemos echado unos buenos pegotes de pintura que no hemos gastado y no tenemos ganas de hacer experimentos, esbozos ni nada; solo queremos recoger, limpiar y darlo todo por terminado por ese día. ¿Qué hacemos entonces? ¿Tiramos la pintura sobrante con lo cara que cuesta?
Pues no, no vamos a tirar nada y  aquí viene mi método para dejar la paleta limpia como la patena. ¿Qué haremos?

Retiramos los colores uno a uno, también las mezclas que hayamos hecho, con una espátula y los trasladamos a un CD que tengamos estropeado o sin uso, de esos que hemos grabado mal o que se ha rayado tanto que no hay quien lo escuche.
 Una vez trasladados todos los colores lo metemos en una bandeja o recipiente que contenga agua hasta una altura suficiente para cubrir los colores de nuestro CD y ahí los dejamos sumergido hasta el día siguiente.



 Mientras tanto podemos limpiar la paleta con papel higiénico o de cocina. Una vez retirada así la pintura, tomamos otro trozo de papel, lo impregnamos en aguarrás y repetimos la limpieza hasta dejar la paleta limpia y reluciente como una patena.



Al día siguiente, sacamos el CD y para que no nos vaya chorreando el agua al trasladarlo tomamos un trozo de papel higiénico o de cocina y lo ponemos en el borde del CD donde no haya pintura, inclinándolo hacia la vertical, estando el papel en la parte inferior. De esta forma el agua escurre hacia el papel, pudiendo ponerlo en esta posición apoyando sobre un tablero y el borde superior que apoye sobre una botella u otro objeto para mantenerse casi vertical, escurriendo así el agua. Pasados unos 10 ó 15 minutos, podemos trasladar los colores a la paleta y comenzar nuestra sesión de trabajo.



Evidentemente, cuando trasladamos los colores del CD a la paleta, en dicho CD quedan los restos de los colores que había, por tanto es necesario limpiar con papel dicho CD, pero procurad no usar aguarrás pues al final el CD se vuelve quebradizo y se parte. Si lo limpiáis inmediatamente de quitar los colores, se limpia perfectamente con simple papel higiénico o de cocina.




Esta paleta que veis lleva 6 años sirviéndome todos los días, salvo los domingos que la dejo descansar. La compré en madera viva y la barnicé, quedando suavemente granulada aunque lijé la primera capa. Con el uso y limpieza ha quedado como los tableros de una guitarra, suave y brillante gracias a la mezcla de aceite de linaza y aguarrás que se produce con el uso y limpieza.