domingo, 9 de marzo de 2014

BAILARINA EN ESCENA Degas



Hilaire-Germain-Edgar de Gas, más conocido como Edgar Degas (París, 19 de julio de 1834 –27 de septiembre de 1917), fue un pintor y escultor francés. Es conocido por su visión particular sobre el mundo del ballet, capturando escenas sutiles y bellas, en obras al pastel.


Poseía un ojo magnífico y una memoria fotográfica, de manera que pintaba caballos en las carreras en las poses más extrañas y quienes contemplaban sus obras le decían que un caballo jamás podía adoptar esas posturas; sin embargo, cuando apareció la fotografía y fotos de caballos, se pudo comprobar que Degas estaba en lo cierto y las posturas de sus caballos eran correctas.


Aunque comenzó pintando al óleo, debido a un problema que tuvo con los ojos y que le afectaban los vapores del aguarrás, tuvo que adoptar el pastel como nuevo tipo de pintura.


Nuestra bailarina se la ve danzando con los brazos en cruz y con un pie elevado. La vista está tomada desde un palco cercano al escenario, por tanto con una acusada perspectiva.





En esta Bailarina inclinada podemos apreciar armonía de azules, verdes y amarillos fundamentalmente, con algunos toques naranjas, siendo la gama esencialmente de colores fríos.





La composición está construida sobre un triángulo (grandiosidad, seguridad y equilibrio) y un círculo (regularidad y equilibrio) fundamentalmente. Los brazos extendidos forman la línea de la base del triángulo isósceles que a su vez está casi en la posición de la diagonal y al ser una línea inclinada da dinamismo a la composición.




El círculo formado por el tutú estructura un círculo que centra el tema, de hecho dentro de él está la esencia del cuadro, y le da regularidad y equilibrio.

Los ritmos se crean por repetición de formas y colores, así podemos ver como al lado derecho se repite el vestido de la bailarina aunque no lo vemos completo, también vemos un pie al borde del fragmento de vestido, tal como lo vemos en la figura de la bailarina central. El fondo repite formas semejantes, como si fueran montañas y repite los colores de los vestidos o ‘tu-tú’.